El artículo 818 del Código Civil Español trata sobre las sucesiones, en particular sobre las herencias y las legítimas. Esta sección se refiere a la parte de la herencia que debe ser entregada a ciertas personas establecidas por ley. El artículo 818 se refiere a los derechos y obligaciones de los herederos, los cuales deben ser cumplidos por las partes involucradas. Esta sección también contiene los requisitos necesarios para que una persona sea considerada un heredero legítimo. En este artículo se abordan los principios básicos de la distribución de la herencia y se ofrece una explicación detallada de cómo se debe repartir una herencia entre los herederos legítimos. Esta sección de la ley contiene importantes disposiciones legales sobre los derechos y obligaciones de los herederos, la distribución de la herencia y la responsabilidad de los herederos.
Qué es la sucesión legítima
La sucesión legítima es el conjunto de disposiciones contempladas en el Código Civil Español, en su artículo 818, para determinar cómo se hereda una persona fallecida sin testamento.
Esta sección establece los parientes que gozan de la legítima, así como los límites y orden en cuanto a los derechos de los herederos.
La legítima se conforma por los bienes y derechos del causante que los herederos no pueden desposeer, y por tanto, se otorga a los parientes más próximos del difunto para garantizar su seguridad económica.
Por lo tanto, la legítima es una cantidad determinada de bienes y derechos que los herederos deben mantener en su conjunto, sin poder disponer de ellos.
La muerte de una persona sin testamento implica que todos sus bienes pasan a los herederos y a las personas que tienen derecho a la legítima, según lo establecido en el Código Civil Español. Esto significa que los bienes pasan a los parientes en una proporción determinada, según la cercanía de consanguinidad que guarden con el difunto.
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De esta forma, el Artículo 818 del Código Civil Español establece quiénes son los herederos legítimos, así como las cantidades a las que tienen derecho. Esta sección también establece que los herederos pueden disponer de los bienes de la sucesión, siempre y cuando se cumplan los límites de la legítima.
En conclusión, la sucesión legítima es una disposición establecida en el Código Civil Español para garantizar que los bienes de una persona fallecida sin testamento pasen a los parientes más próximos, en proporción a las cantidades establecidas. Esta sección establece también los límites de los derechos de los herederos.
Quién no tiene derecho a heredar
El artículo 818 del Código Civil español regula los casos en los que, aunque un fallecido tenga un testamento, existen algunas personas a quienes no se les permite heredar. Estas personas, por lo tanto, no tienen derecho a heredar bajo ninguna circunstancia, y su legítima no se considerará a la hora de repartir la herencia.
Esto también te interesa:Artículo 821 Código Civil Título III: De las sucesiones, Capítulo II: De la herencia, Sección V: De las legítimasLa legislación española establece que existen cuatro categorías de personas que no pueden heredar, a saber:
– Los parientes del causante hasta el tercer grado de consanguinidad, salvo que el testamento otorgue un derecho específico;
– Los cónyuges o parejas de hecho del causante, salvo que el testamento otorgue un derecho específico;
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– Los testigos del testamento, salvo que el testamento otorgue un derecho específico;
– Los profesionales encargados de la redacción y otorgamiento del testamento, salvo que se establezca lo contrario.
Por lo tanto, quien no sea incluido en ninguna de estas categorías tendrá derecho a heredar. No obstante, hay que recordar que el testamento es un documento legalmente vinculante, por lo que debe respetarse la voluntad del causante y las disposiciones que establezca en el mismo.
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Qué pasa si los herederos no reclaman la herencia
De acuerdo con el Artículo 818 del Código Civil Español, si los herederos no reclaman la herencia, esta se considerará renunciada. Esto significa que los bienes de la herencia quedarán a disposición de los acreedores de la herencia. Si el heredero es una persona física, los bienes se entregarán al Estado, quien los administrará provisionalmente. Si el heredero es una persona jurídica, la herencia será administrada por el órgano competente.
Si los herederos no reclaman la herencia durante el plazo establecido por el Código Civil español, los bienes de la herencia serán considerados abandonados. Esto implica que los bienes pasarán a formar parte del patrimonio común de los acreedores de la herencia. Esto significa que los bienes serán distribuidos entre los acreedores de la herencia de acuerdo con las disposiciones del Código Civil.
Además, es importante destacar que, si los herederos deciden no reclamar la herencia, esto no significa que los bienes queden exentos de impuestos. Los herederos seguirán estando obligados a pagar los impuestos correspondientes a la herencia.
En conclusión, si los herederos deciden no reclamar la herencia, esta se considerará renunciada y los bienes de la herencia pasarán a formar parte del patrimonio común de los acreedores. Los herederos seguirán estando obligados a pagar los impuestos correspondientes.
En conclusión, el artículo 818 del Código Civil de España es una disposición importante que regula las legítimas, que son los bienes que los herederos deben recibir de una herencia. Esto se aplica para garantizar que los herederos reciban su parte justa de los bienes de la herencia y que se respeten los derechos de los acreedores. Como ejemplo de aplicación de este artículo, podemos mencionar el caso en el que los herederos legítimos de una herencia reciben partes iguales de los bienes, mientras que los herederos forzosos no reciben ninguna parte. Por lo tanto, el artículo 818 del Código Civil de España es una disposición legal esencial para asegurar que la distribución de los bienes de una herencia se haga de manera equitativa.