Artículo 20 del Código Penal, Título I: De la infracción penal, Capítulo II: De las causas que eximen de la responsabilidad criminal

El Código Penal de España es una ley que establece las normas y sanciones penales para los delitos cometidos en el país. El artículo 20 del Título I del Código Penal se refiere a las causas que eximen de la responsabilidad criminal. Este capítulo establece los supuestos en los que una persona no puede ser considerada penalmente responsable de sus actos, ya sea por falta de capacidad mental, por haber actuado en legítima defensa o por haber actuado en cumplimiento de un deber. En este artículo, analizaremos en detalle las diferentes causas que pueden eximir a una persona de la responsabilidad criminal y cómo se aplican en la práctica en el sistema judicial español.

¿Qué dice el artículo 20 del CP?

El artículo 20 del Código Penal Español es uno de los más importantes dentro de la normativa penal, ya que establece las causas que eximen de la responsabilidad criminal. Estas causas se dividen en dos grupos: las causas de justificación y las causas de exculpación.

Te puede interesar también:Artículo 21 del Código Penal, Título I: De la infracción penal, Capítulo III: De las circunstancias que atenúan la responsabilidad criminalArtículo 21 del Código Penal, Título I: De la infracción penal, Capítulo III: De las circunstancias que atenúan la responsabilidad criminal

Las causas de justificación se refieren a aquellas situaciones en las que una persona comete una acción que, aunque en principio podría ser considerada delictiva, se realiza con una finalidad legítima. Por ejemplo, un médico que administra un medicamento que puede ser peligroso para la salud del paciente, pero que lo hace con la intención de salvarle la vida.

Por su parte, las causas de exculpación se refieren a aquellas situaciones en las que una persona comete una acción que sería considerada delictiva, pero que se realiza sin la intención de hacer daño. Por ejemplo, una persona que atropella a otra mientras conduce su coche, pero que lo hace sin haberse dado cuenta de que la víctima estaba allí.

En ambos casos, la persona que comete la acción queda eximida de responsabilidad penal, ya que se considera que su conducta no fue delictiva. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estas causas de exención de la responsabilidad criminal no se aplican de forma automática, sino que deben ser probadas por la persona que las invoca.

Te puede interesar también:Artículo 22 del Código Penal, Título I: De la infracción penal, Capítulo IV: De las circunstancias que agravan la responsabilidad criminalArtículo 22 del Código Penal, Título I: De la infracción penal, Capítulo IV: De las circunstancias que agravan la responsabilidad criminal

En resumen, el artículo 20 del Código Penal Español establece las causas que eximen de la responsabilidad criminal en España. Estas causas se dividen en dos grupos: las causas de justificación y las causas de exculpación. Es importante tener en cuenta que estas causas no se aplican de forma automática, sino que deben ser probadas por la persona que las invoca.

¿Cuáles son las causas eximentes?

El Código Penal Español establece una serie de causas que pueden eximir de la responsabilidad criminal a una persona. Estas causas se encuentran recogidas en el Artículo 20 del Código Penal, Título I: De la infracción penal, Capítulo II: De las causas que eximen de la responsabilidad criminal.

Las causas eximentes son circunstancias que impiden que una persona sea considerada culpable de un delito, a pesar de haberlo cometido. Estas circunstancias se consideran eximentes porque eliminan la responsabilidad criminal del sujeto, lo que significa que no se le puede imputar el delito cometido.

Te puede interesar también:Artículo 23 del Código Penal, Título I: De la infracción penal, Capítulo V: De la circunstancia mixta de parentescoArtículo 23 del Código Penal, Título I: De la infracción penal, Capítulo V: De la circunstancia mixta de parentesco

Entre las causas eximentes más comunes se encuentran la legítima defensa, el estado de necesidad, la obediencia debida y la imposibilidad de obrar conforme a derecho. A continuación, se describe cada una de ellas:

– Legítima defensa: Se considera legítima defensa cuando una persona actúa en defensa propia o de terceros ante una agresión ilegítima. En estos casos, se entiende que la persona actúa de forma proporcionada y necesaria para repeler la agresión, por lo que se exime de la responsabilidad criminal.

– Estado de necesidad: Se da cuando una persona comete un delito para evitar un mal mayor. Por ejemplo, si una persona roba medicamentos para salvar la vida de otra persona enferma, se considera que actúa en estado de necesidad y se le exime de la responsabilidad criminal.

Te puede interesar también:Artículo 24 del Código Penal, Título I: De la infracción penal, Capítulo VI: Disposiciones generalesArtículo 24 del Código Penal, Título I: De la infracción penal, Capítulo VI: Disposiciones generales

– Obediencia debida: Se da cuando una persona comete un delito por orden de una autoridad superior. En estos casos, se entiende que la persona no tiene capacidad para decidir por sí misma y se le exime de la responsabilidad criminal.

– Imposibilidad de obrar conforme a derecho: Se da cuando una persona comete un delito por causas ajenas a su voluntad, como por ejemplo, por un error de tipo o de hecho. En estos casos, se entiende que la persona no tiene capacidad para obrar conforme a derecho y se le exime de la responsabilidad criminal.

Es importante destacar que estas causas eximentes no siempre se aplican de forma automática. En cada caso, se deben valorar las circunstancias concretas para determinar si se cumplen los requisitos necesarios para eximir de la responsabilidad criminal al sujeto. Por ello, es fundamental contar con un abogado especializado en derecho penal que pueda asesorar y defender los derechos del cliente.

Te puede interesar también:Artículo 25 del Código Penal, Título I: De la infracción penal, Capítulo VI: Disposiciones generalesArtículo 25 del Código Penal, Título I: De la infracción penal, Capítulo VI: Disposiciones generales

¿Qué son eximentes y atenuantes?

El Código Penal Español establece una serie de causas que pueden eximir o atenuar la responsabilidad penal de una persona en caso de cometer un delito. Estas causas se conocen como eximentes y atenuantes y se encuentran reguladas en el artículo 20 del código.

Las eximentes son aquellas circunstancias que hacen que el delito no sea imputable a la persona que lo cometió, es decir, que no se le puede responsabilizar penalmente por ello. Las eximentes que contempla el artículo 20 del código son:

– La legítima defensa: cuando la persona actúa en defensa propia o de terceros ante una agresión ilegítima y no excede los límites necesarios para repeler la agresión.

– El estado de necesidad: cuando la persona comete el delito para evitar un mal mayor, siempre que no sea posible otra solución menos gravosa.

– El cumplimiento de un deber: cuando la persona comete el delito en cumplimiento de un deber legal o de una orden de autoridad competente.

– El ejercicio legítimo de un derecho: cuando la persona comete el delito en el ejercicio de un derecho reconocido por la ley.

Por otro lado, las atenuantes son circunstancias que pueden reducir la pena que corresponde por el delito cometido.

Artículo 20 del Código Penal, Título I: De la infracción penal, Capítulo II: De las causas que eximen de la responsabilidad criminal

Las atenuantes que contempla el artículo 20 del código son:

– La confesión voluntaria: cuando la persona reconoce su responsabilidad en el delito y colabora con la justicia.

– La reparación del daño: cuando la persona repara los daños causados por el delito.

– La dilación indebida en la tramitación del procedimiento: cuando la persona ha estado sometida a un proceso penal prolongado e injustificado.

– El arrepentimiento activo: cuando la persona colabora activamente en la investigación del delito y muestra una clara voluntad de reparar el daño causado.

En conclusión, las eximentes y atenuantes son herramientas importantes en el sistema penal español para garantizar que la responsabilidad penal se ajuste a las circunstancias concretas de cada caso. Es importante conocer estas causas y contar con el asesoramiento de un abogado experto en derecho penal para poder hacer uso de ellas en caso de ser necesario.

¿Cómo saber si un delito es grave menos grave o leve?

El Código Penal Español establece tres categorías para clasificar los delitos: graves, menos graves y leves. Esta clasificación se basa en la gravedad de la infracción, el daño causado y las consecuencias para la sociedad.

Los delitos graves son aquellos que implican la comisión de actos violentos, el daño a la propiedad, el tráfico de drogas, el terrorismo y la corrupción. Estos delitos tienen una pena máxima de prisión de más de cinco años y suelen ser perseguidos por la justicia con mayor rigurosidad.

Los delitos menos graves son aquellos que no llegan a la gravedad de los anteriores, pero que aún así causan un daño importante. Ejemplos de este tipo de delitos son el robo sin violencia, la estafa, el abuso sexual y el acoso. Estos delitos tienen una pena máxima de prisión de hasta cinco años.

Por último, los delitos leves son aquellos que no causan un gran daño y suelen ser considerados como faltas. Ejemplos de este tipo de delitos son las infracciones de tráfico, las faltas de respeto y las pequeñas riñas entre particulares. Estos delitos tienen una pena máxima de multa de hasta 400 euros.

Es importante destacar que la clasificación de un delito no sólo depende de la gravedad de la infracción, sino también de las circunstancias en las que se cometió y de la intencionalidad del autor. Por esta razón, es fundamental contar con un abogado especializado en derecho penal que pueda analizar cada caso de manera individual y determinar la categoría en la que se encuentra el delito.

En conclusión, conocer la clasificación de los delitos en el Código Penal Español es fundamental para entender la gravedad de una infracción y las consecuencias que puede acarrear. Es importante contar con un abogado especializado en derecho penal para recibir asesoramiento y defensa en caso de ser acusado de un delito.

Art 21 cp

El Artículo 21 del Código Penal español establece las circunstancias que eximen de la responsabilidad criminal. Estas circunstancias son:

1. La legítima defensa: Se considera legítima defensa la acción necesaria para repeler una agresión ilegítima, siempre y cuando no se exceda en la defensa y se actúe de forma proporcional.

2. El estado de necesidad: Se considera estado de necesidad cuando se actúa para evitar un mal mayor, siempre y cuando no se haya creado la situación de necesidad de forma voluntaria y se actúe de forma proporcional.

3. El cumplimiento de un deber: Se considera que no hay responsabilidad criminal cuando se actúa en cumplimiento de un deber legal, siempre y cuando se haya actuado dentro de los límites establecidos por la ley.

4. El consentimiento del ofendido: No se considera delito cuando se actúa con el consentimiento del afectado, siempre y cuando se trate de un acto que no atente contra la moral o las buenas costumbres.

Es importante destacar que estas circunstancias no eximen de la responsabilidad civil, es decir, de la obligación de reparar el daño causado.

En resumen, el Artículo 21 del Código Penal español establece las circunstancias que eximen de la responsabilidad criminal, siempre y cuando se actúe de forma proporcional y dentro de los límites establecidos por la ley. Es importante tener en cuenta que estas circunstancias no eximen de la responsabilidad civil.

En conclusión, el Artículo 20 del Código Penal español es fundamental para entender las causas que eximen de la responsabilidad criminal. Esta ley establece una serie de excepciones que pueden ser aplicadas en casos específicos, permitiendo que una persona no sea considerada responsable penalmente por un delito. Es importante destacar que estas causas deben ser interpretadas de manera restrictiva para evitar su abuso. Un ejemplo de la aplicación del Artículo 20 del Código Penal español puede darse en casos de legítima defensa, donde una persona puede actuar en defensa propia o de terceros sin incurrir en una infracción penal. En cualquier caso, es importante contar con el asesoramiento de un abogado experto en derecho penal para garantizar una correcta aplicación de esta ley y evitar posibles consecuencias negativas.

Deja un comentario

Contacta con nosotros

Asesores y consultores asociados 2014 SL
Cardenal Albornoz 2-3I
Huelva

Av. Juan Gómez Juanito, 6, 3º Izda 29640, Fuengirola, Málaga
lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado, domingo09:00 – 17:00